jueves, 14 de diciembre de 2006

35 aniversario del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco


segundo lugar en el concurso de esculturas

tercer lugar en el concurso de esculturas





Programas


TALLER DE DISEÑO AMBIENTAL I Y II

PRESENTACIÓN
UBICACIÓN
En el plan de estudios del Colegio de Ciencias y Humanidades el Taller de Diseño Ambiental se agrupa con las asignaturas de la
quinta opción de quinto y sexto semestres. Pertenece al Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación, cuyo propósito es que los
alumnos aprendan a utilizar diferentes lenguajes: el oral, el escrito, el gráfico y el no verbal.
Es común en toda el área que las asignaturas se impartan como taller por lo que son eminentemente teórico- prácticas.

SENTIDO
La materia de Taller de Diseño Ambiental tiene la intencionalidad de que el alumno aprenda a ver y observar su entorno y en ese
proceso pueda descubrir y reproducir procesos que conciernen al hombre y su medio. Una vez reconocidos y comprendidos
estos, el alumno podrá reflexionar acerca de los elementos que integran o componen el ambiente; recrear, a través del dibujo, y
producir, por medio de representaciones gráficas y tridimensionales, alternativas de solución, de manera creativa. El programa
pretende ubicar al alumno en su contexto para que comprenda la diversidad de relaciones que guardan el hombre y la
naturaleza con la producción de objetos innovadores y útiles. El diseño ambiental por tanto tendrá la finalidad de hacer más
confortables, funcionales y estéticos, tanto el mobiliario como los espacios para el desarrollo de la existencia, así como para
dignificar la condición humana.

CONTRIBUCIÓN
El Taller de Diseño Ambiental al igual que toda obra cultural humana se relaciona de múltiples maneras con la sociedad en la cual
se produce; desarrolla la capacidad perceptual de los alumnos en la valoración de la belleza de una vida humana plena y la de
resolver problemas de su entorno.

ENFOQUE
El Taller de Diseño Ambiental introduce al estudiante en la comprensión del ambiente y el papel del hombre como su agente
transformador. El alumno, a partir del conocimiento de las condicionantes naturales y sociales, analizará la historia a través de la
producción estética (arte, artesanía, arquitectura, urbanismo y diseño industrial) y la relación con la ciencia y la tecnología de su
tiempo. A partir de esto, se reconocerá en su entorno, lo representará, lo recreará, desarrollará habilidades y destrezas y
dominará alguna técnica de representación.
El desarrollo de la creatividad es parte central en el taller, ya que este proceso pone en juego mecanismos del pensamiento,
sensaciones, emociones, ensoñaciones e imaginación en la formulación y resolución de problemas para la producción de algo
nuevo.

PROPÓSITO GENERAL DEL CURSO
El alumno comprenderá que toda la producción de objetos y ámbitos es el resultado de la relación entre el hombre y su ambiente,
para desarrollar habilidades de representación en la elaboración de nuevas propuestas en dos y tres dimensiones.

PROPÓSITO DEL TALLER DE DISEÑO AMBIENTAL I
El alumno comprenderá los procesos de transformación de los objetos de su ámbito y entorno para contribuir a desarrollar y
aplicar su capacidad imaginativa y critica frente al medio.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

PROCESO DEL DISEÑO AMBIENTAL




El origen
El diseño tiene su origen en el cambio social que los países industrializados sufrieron a finales del siglo XIX y principios del XX, un fenómeno más ligado a la economía que a la expresión creativa y al arte. Lo cierto es que surgió y se desarrolló en momentos de gran avance económico e industrial. Es un fenómeno claramente relacionado con la expansión del consumo y la producción y, por tanto, un factor que contribuyó, en mayor o menor medida, a ese cambio social.
Sin embargo, el diseño, en alguna de sus formas, también nació como un rechazo a las transformaciones radicales que había traído la revolución industrial. Supuso una última esperanza para las actividades ligadas al artesanado y a las ideas preindustriales. Así sucedió con casi todos los movimientos desde el Arts and Crafts a la Escuela de la Bauhaus que miraban con desconfianza el avance industrial al que culpaban del deterioro estético de los nuevos objetos de la vida cotidiana y de la destrucción de las formas tradicionales de creación artesanal.
Las raíces del proceso de revaluación estética se remontan a muchos de los postulados antindustriales que John Ruskin y William Morris formularon a finales del siglo XIX. El movimiento que ellos impulsaron, creía defender los valores preindustriales frente a un proceso de normalización industrial al que achacaban el importante deterioro de la belleza de los objetos de uso.
El hecho de que en la artesanía una sola persona pueda realizar la totalidad del proceso oculta su complejidad confiriéndole una dimensión humana y una aparente simplicidad que permite percibir lo realizado como una unidad. Con la industria de producción en serie esta coherencia se vio fragmentada y la subdivisión del proceso en concepto y realización implicó una normalización de las soluciones formales que respondía por un lado a los procesos técnicos y, por otro, a las tensiones de un mercado ávido de nuevas ofertas.
El diseño aparece, por tanto, ligado al desarrollo de la industrialización que cobra auge en el siglo XIX aunque la separación entre proyecto y producción hubiera aparecido anteriormente. Ya en 1773, Josiah Wedgwood en sus talleres que sólo realizaban cerámica decorativa, incorporó formas de división del trabajo que anunciaban los sistemas que décadas más tarde serían corrientes en la industria. El diseño industrial fue un proceso de creación, invención y definición separado de los medios de producción pero que exigía una síntesis de factores determinantes, a menudo antagónicos, para llegar a un concepto tridimensional, plasmado en forma material, que permitiera la múltiple reproducción mediante procedimientos mecánicos.